La única obra feminista

He sido acusada de mala feminista más veces de las que quisiera admitir. No es por defenderme, pero ¿quién decidió en que iba a consistir la definición del feminismo?

De momento, siento que consiste en buscar traumas, acusar y hostigar los actos de hombres, y como es de esperarse, hay una estética muy específica que la acompaña y decora perfiles de instagram de célebres influencers activistas. Protestas, personalidades "fuertes", la imagen "girl boss", etc. Todo muy consumible. No necesariamente estoy en desacuerdo con estas actividades y hasta he participado en algunas, pero creo que entregarse tanto a esta estética feminista, peligra convertirla en una especie de zona de comfort en la que nos divertimos mucho quejándonos, y evitamos buscar soluciones.

Me cuesta encontrar opiniones feministas con las que estoy de acuerdo, y no sentía que lo lograba, hasta hace un par de años que descubrí a Elena Ferrante y su serie de las Novelas Napolitanas. He llegado a pensar que es una de las pocas obras que considero verdaderamente feministas.
El feminismo de Elena Ferrante, parece basarse en la idea de observarnos como mujeres con una honestidad radical hasta sentirnos profundamente incómodas, y es eso quizás lo que muchas de estas activistas no están dispuestas a hacer.

Las novelas siguen a Elena y Lila, dos mejores amigas que viven en un barrio pobre de Nápoles, desde que son niñas, hasta que cumplen alrededor de 60 años. Las chicas son definitivamente almas gemelas (quizás un tema recurrente en la piscina de mis pensamientos), pero eso no significa que no se comparen, se envidien, se deseen lo peor en algunos momentos.

Terminé de entender que de esto se trataba cuando le presté la primera novela, "La amiga estupenda" a una prima, y cuando me la devolvió me dijo que no le había gustado. Cuando le pregunté porqué, me dijo que porque le fue imposible pensar en sus propias amistades.

A veces, como mujeres, queremos vernos como seres imaculadas, víctimas indefensas, incapaces de hacerle daño a un hombre, mucho menos a una mujer. Pero la naturaleza femenina es mucho más oscura, curel y compleja y creo que tenemos que comenzar a ver estas sombras antes de pretender que somos feministas. Leer a Elena Ferrante (o incluso ver la serie en Max que está igual de increíble), es el mejor punto de partida que se me ocurre hacia un feminismo radicalmente honesto.