Almas gemelas platónicas
En la publicación pasada hablé sobre mis cursos de fotografía analógica, lo que me llevó a estudiar un poco a algunos fotógrafos famosos. Entre ellos Robert Mapplethorpe, lo que me llevó al libro de Patti Smith "Just Kids" (éramos unos niños) una autobiografía de la cantante en la que habla sobre su relación con Mapplethorpe.
El libro me conmovió, no solo porque ambos son artistas fascinantes que lograron superarse a pesar de situaciones adversas, sino que también por la relación en sí que ellos compartían. Aunque empezaron como una pareja romántica, Mapplethorpe pronto se da cuenta de que es homosexual y empieza a tener relaciones con hombres, pero eso no significa que dejan de ser almas gemelas. A pesar de que hasta cierto punto, dejan de ser "pareja", su relación incluso se enriquece y se comprende entre ellos mejor que nadie.
Me recordó a una de mis películas favoritas, que para mi gusto está bastante subvalorada, llamada "Un día especial" de Ettore Scola; también trata sobre la amistad entre una mujer (Sofía Loren) y un homosexual (Marcello Mastroiani).
En la película, el personaje de Sofía Loren es una ama de casa con muchos hijos y un esposo torpe. Los hechos suceden durante una histórica visita de Hitler a Roma para encontrarse con Mussolini, lo cual fue ocasión para un celebratorio desfile por la ciudad. El enorme edificio de apartamentos donde ella vivie está vacío, pues todos se han ido a la fiesta, menos un inquilino atractivo. Pronto se revela que se trata de un homosexual, razón por la cual no se ha unido a la celebración facista. Comparten ese día juntos y el encuentro termina siendo profundamente significativo para ella.
Es interesante como la literatura ha creado una expectativa dentro de sí misma de que las relaciones entre personajes sean románticas. Incluso argumentaría, que las expectativas románticas que tenemos en la vida real, están basadas en estereotipos aristotélicos, que si bien han cambiado a través de los siglos, mantienen las relaciones de pareja en el centro de un enorme porcentaje de las historias. Me alegra encontrarme con estas obras sobre relaciones platónicas, por un lado porque algunos de mis amigos más queridos a lo largo de mi vida también son hombres homosexuales y es una dinámica de género digna de mucho más estudio, pero en términos más generales, porque rompen con dichas expectativas. Atreviéndome a hablar con términos más psicológicos y de autoayuda, también me atrevo a decir que es saludable tener almas gemelas platónicas, porque quizás eso le quite toda la presión a las relaciones románticas de tener que cumplir con todas nuestras necesidades emocionales.
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